Notiolei Logo

Inicio

Última edición

Contactos OLEI

Acerca de OLEI

No es un hit. Es una plegaria. Y todos la están bailando

Aryeh Kalderon
Escrito por Aryeh Kalderon
10 de mayo 2025
🔠 Ajustar tamaño de letra
Imagen del artículo

🎶 Está en todas partes

En la radio, en el ejército, en la peluquería. Suena en bodas, en TikTok, en discotecas y en conciertos religiosos. Se canta en las escuelas, en las bases militares, en los autos atascados de tráfico. Tamid Ohev Oti ha logrado algo que pocas canciones consiguen: atravesar todo tipo de fronteras sociales y emocionales sin perder su mensaje ni su fuerza.

No distingue entre religioso o secular, entre joven o adulto. Hay algo en su melodía, pero sobre todo en su frase central —“Hashem siempre me ama”— que resuena de forma casi instintiva en quienes la escuchan.

Más que una moda, se ha transformado en un lenguaje común. Una especie de código compartido en medio de un año difícil, como si alguien hubiera logrado ponerle música a una necesidad colectiva de fe, consuelo y pertenencia.

Durante la última edición de Eurovisión, incluso Yuval Raphael —quien suele mantener una imagen reservada— fue captada bailando la canción tras bastidores, sin cámaras oficiales, sin protocolo ni puesta en escena (ver video). Solo ella y su equipo, cantando desde un lugar genuino. Un gesto sencillo, pero poderoso. Y no es un caso aislado: en todo el país abundan ejemplos parecidos.

Hace unas semanas, alguien me contó de una base militar en el sur. Casi medianoche. Los soldados, agotados, apenas hablaban. Hasta que uno, sin decir nada, puso la canción. No se organizaron. No se miraron. Pero uno a uno, empezaron a cantarla. En voz baja, como quien recita algo aprendido en la infancia. Fue un momento pequeño. Pero también, quizás, uno de los más grandes.

La canción no se impone. Simplemente aparece. Y cuando lo hace, deja algo en el aire.

Y de aquí surge una pregunta inevitable.

❓¿Por qué una canción religiosa es el trend número uno?

¿Cómo es posible que en un país moderno, tecnológico, constantemente expuesto a las tendencias globales, el contenido más compartido, más cantado y más sentido, sea una canción que repite una y otra vez: “Dios me ama”?

En otras partes del mundo, los principales trends suelen girar en torno al espectáculo, la irreverencia, lo viral por lo viral. Canciones vacías de contenido, bailes sin contexto, letras que dicen poco y pasan rápido. Pero en Israel, en estos últimos meses, la canción más escuchada no habla de amores rotos ni de fiestas interminables. Habla de fe. Habla de confianza. Habla de amor divino.

Y lo más sorprendente es que esta canción no queda reservada a las sinagogas ni a los círculos religiosos. La cantan quienes creen y quienes no. La bailan jóvenes que no sabrían citar una sola oración del sidur, pero repiten con el corazón abierto que Hashem los ama. No es una declaración teológica. Es una afirmación emocional. Una necesidad casi biológica de sentirse sostenido, de no estar solo, de tener un lugar donde apoyarse cuando todo tambalea.

🕊️ Un ancla emocional sin condiciones

Tal vez esa es la verdadera fortaleza de esta canción. Que no exige credenciales. No te pregunta en qué creés. Solo te ofrece una frase que, al repetirla, se vuelve ancla: “Siempre me ama”. Y en un país como Israel, donde cada familia lleva una historia de duelo, de supervivencia, de reconstrucción constante, no es extraño que esa frase se haya vuelto viral.

Y además, seamos sinceros: en un año donde todo parecía tambalear, repetir algo tan simple como "me ama" terminó siendo, sin quererlo, una forma de resistencia emocional. Una manera de no soltarse. De no rendirse. Aunque sea cantando en un semáforo.

💡 La tendencia más humana del año

En un entorno en el que lo urgente muchas veces ahoga lo importante, esta melodía vino a recordar algo esencial. Que el alma también necesita tendencia. Y que, al parecer, la más fuerte de todas hoy en Israel, es el deseo compartido de sentir que el amor divino no nos ha soltado la mano.

✍️ El origen espiritual de Tamid Ohev Oti

Ahora bien, vale la pena detenerse un momento en la historia detrás de Tamid Ohev Oti —“Siempre me ama”—, una canción que no solo se escucha en todas partes, sino que también tiene una historia profundamente espiritual.

Fue lanzada el 18 de junio de 2024 por el cantante israelí Yair Elitzur, a partir de una petición del rabino Shalom Arush, quien le pidió que compusiera una melodía basada en una frase que él repetía constantemente:

“Hashem, bendito sea, siempre me ama y siempre me irá solo bien.”

Lo que comenzó como una plegaria personal terminó convirtiéndose en un fenómeno colectivo. Desde su lanzamiento, la canción ha sido versionada por artistas como Kobi Peretz, Bracha Jaffe, Six13 y The Maccabeats, entre otros. Incluso se grabó una versión en español titulada Me Ama Siempre, interpretada por el rabino Yonatán Galed, alumno y traductor del rabino Arush.

Aunque la adaptación en español transmite el mismo mensaje, hay algo en la versión original —en su ritmo, su energía, su producción— que conecta de otra manera. Es menos solemne, más vibrante. Uno no siente que está cantando una canción religiosa; siente que está celebrando algo que no se puede explicar con palabras. Esta es una de las versiones remix más difundidas: Escuchar remix

🔊 La plegaria que todos tararean

Y si aún no la escuchaste, no te preocupes: en cualquier momento puede sonar desde el celular de tu vecino, el parlante del supermercado… o el carrito de bebé de la fila del banco.

Y bueno… si esto no es una plegaria moderna con ritmo de hit, entonces que alguien me explique por qué sigo tarareándola mientras escribo este párrafo. 

🎵 Una plegaria que se convirtió en himno

A continuación, te compartimos el video de "Tamid Ohev Oti" (תמיד אוהב אותי), interpretado por Yair Elitzur. Esta canción, que comenzó como una sencilla plegaria, ha trascendido barreras y se ha convertido en un himno de esperanza y unidad en Israel.