
El 10 de mayo de 2010, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), hace ya 15 años, invitó a Israel a unirse a la organización. En aquella época la organización contaba con 31 miembros, y la decisión de ofrecer a Israel tomar parte de ella fue tomada por unanimidad.
Las negociaciones de adhesión fueron lideradas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y un equipo adicional para temas profesionales estuvo encabezado por el Ministerio de Finanzas.
El 27 de mayo de 2010, el Primer Ministro Netanyahu asistió a la ceremonia en la sede de París para conmemorar el ingreso oficial de Israel junto a Estonia , Eslovenia y Chile a la organización, que pasó a contar con 35 países.
Ser miembro de la OECD genera avances económicos y fortalece la imagen del país además de ayudar al funcionamiento de diversos sectores de la sociedad y la economía , incluyendo el medio ambiente , la educación y el empleo.
Para fortalecer los vínculos de Israel con la organización, se envió una delegación israelí que operará desde la Embajada en París. El Embajador ante la UNESCO pasó a ser también Embajador de Israel ante la OCDE.
Este último mes de abril de 2025 la OECD publicó un resumen sobre las tendencias y perspectivas económicas de Israel.
De acuerdo a este informe la economía israelí ha demostrado una notable resiliencia ante el impacto de los atentados terroristas del 7 de octubre y la guerra posterior. Esta fortaleza, en circunstancias excepcionalmente difíciles, se debe a su sólida posición fiscal antes de la guerra, una gestión monetaria eficaz, un sistema financiero estable y un sólido potencial de crecimiento gracias a las altas tasas de empleo y un dinámico sector de alta tecnología. Mantener la estabilidad de la economía y asegurar un crecimiento sólido requiere frenar la inflación y los déficits fiscales, a la vez que se financian las necesidades futuras de gasto. El desempeño económico se beneficiaría enormemente de reformas que aborden las deficiencias en infraestructura y mejoren los resultados educativos y la participación en el mercado laboral de los israelíes ultraortodoxos y árabes. La eliminación de las barreras al comercio exterior, tanto interno como externo, mediante la reducción de la burocracia, la simplificación de los trámites fronterizos y la reducción de aranceles, fortalecería la productividad, aumentaría los ingresos y reduciría de forma duradera los precios al consumidor. Es esencial capitalizar una industria de inteligencia artificial (IA) ya sólida, manteniendo un enfoque regulatorio flexible y fomentando los vínculos entre las instituciones de educación superior y las empresas de IA. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero requiere además la generación de energía libre de carbono mediante mayores impuestos sobre el carbono para el gas natural y edificios energéticamente más eficientes.
Algunas recomendaciones de la OECD
La prudencia monetaria y la disciplina fiscal, basadas en impuestos lo menos distorsionantes posible para reducir el déficit, son esenciales para trazar una salida segura a las turbulencias económicas generadas por los conflictos. Dadas las tendencias demográficas, el rendimiento económico a largo plazo se beneficiaría considerablemente de reformas para abordar las deficiencias de infraestructura y mejorar los resultados educativos y la participación laboral de los israelíes ultraortodoxos y árabes.
La economía puede sacar provecho de una industria de inteligencia artificial (IA) ya fuerte manteniendo un enfoque regulatorio flexible y fomentando aún más los vínculos entre las instituciones de educación superior y las empresas de IA.
Para encaminar la economía hacia cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) es necesario generar energía libre de carbono mediante tasas de impuestos al carbono más elevadas sobre el gas natural y edificios energéticamente más eficientes.
La eliminación de las barreras al comercio interno y externo, mediante la reducción de la burocracia, la facilitación de los procesos fronterizos, la armonización de las normas técnicas con el resto del mundo y la reducción adicional de los aranceles, fortalecería la productividad, aumentaría los ingresos y reduciría de forma duradera los precios al consumidor.