
El 8 de marzo se instauró hace varios años como el Día Internacional de la Mujer. Siempre me
coincide con mi cumpleaños que es al día siguiente, así que celebro todos los años
estos 2 días en el calendario.
El Día Internacional de la Mujer, es un día para exaltar
los valores de las mujeres que han aportado con sus logros, avances a la historia de la humanidad. También
se le da honor a las madres, hermanas, hijas y en general a todas las personas del sexo femenino que cumplen una
importante labor en la sociedad. No tienen que ser famosas para aportar su grano de arena a la evolución y
desarrollo de la comunidad donde viven. Me incluyo en esos grupo de mujeres, pues también soy mujer y me
siento orgullosa de serlo. Aunque muchas mujeres lucharon para obtener derechos en épocas en que la mujer
(ishá) no era valorada como lo es hoy, para lograr un posicionamiento en la sociedad. Aunque en la sinagoga
no completamos minian. (Esto es para las mujeres judías) Hoy en el Día Internacional de la Mujer,
precisamente me quiero referir a ese grupo de mujeres (nashim) que fueron sacrificadas y masacradas el 7 de
octubre. Israel y el pueblo judío las ha llorado, pero para el mundo (olám) en general no ha
significado nada (clum). Este día
es el día de la mujer, no importa si es judía,
musulmana, cristiana, católica, etc., es ante todo mujer y merece un reconocimiento y una defensa por parte
de las organizaciones a nivel
mundial que abogan por los derechos de la mujer y su posición en la
sociedad . El hecho de no apoyar a las mujeres israelíes torturadas el 7 de octubre es un acto
discriminatorio. Y después dicen que Israel es racista y otros apelativos que nada tienen que ver con el
estado judío, que predica libertad de credos y alberga en el país a diferentes grupos
étnicos, sin ningún tipo de discriminación. Al contrario, con derechos y beneficios
ciudadanos, como pocos países brindan a los extranjeros que llegan a vivir de otras partes.
Quiero
(ani rotsá) también hacer un homenaje a esas mamás guerreras, que entregan sus hijos a la
patria con dolor, pero con mucho valor y también a las esposas de los soldados, mujeres valerosas que
sacrifican su propio hogar en aras de la paz del país. También a las. niñas y mujeres que
fueron secuestradas, violadas y torturadas, así como a las niñas desplazadas de sus viviendas y las
que estuvieron en los kibutzim que fueron atacados violentamente, así como las que fueron secuestradas
violadas y agredidas sexualmente. El último homenaje es para las mujeres soldadas que también luchan
en el frente de batalla, exponiendo su vida por una causa. En fin en este día quiero homenajear a todas las
mujeres que se han ganado el título de MUJER.
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