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Lágrimas de Shabat: LA BUENA EDUCACIÓN

Marlene Manevich
Escrito por Marlene Manevich
25 de octubre 2025
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En el colegio nos enseñaron la urbanidad de Carreño. Sonaba aburrido y cuando la señorita Alicia nos empezaba a dar reglas de comportamiento, nos aburríamos en su clase. Ahora me doy cuenta de lo importante que era, no poner los codos sobre la mesa, no contestar con grosería a los mayores, respetar las filas y las reglas impuestas, en fin un montón de cosas que son las que hacen que sepamos comportarnos como seres humanos decentes y correctos.

📘 La urbanidad que forja ciudadanos

Hay una herencia genética que se hereda biológicamente de padres a hijos. Hay otra herencia cultural, que se aprende a través del ambiente, de historias contadas, de las vivencias a que somos sometidos. Así es como se puede crear una sociedad de excelencia con personas de principios y valores o una sociedad de matones asesinos, para quienes la vida no vale nada.
Ahora la pregunta es: habrá paz?

🕊️ Paz: educación, tolerancia y condiciones necesarias

La palabra paz abarca un sentido demasiado amplio.
Palabras como tolerancia y respeto marcan una diferencia importante en cualquier negociación. Para que haya paz se necesitan demasiadas condiciones.
Todo empieza por la educación, y la educación de los niños palestinos se basa en la violencia. Una violencia que está escrita en el Corán, donde Mahoma les da instrucciones de matar a los infieles y para ellos, los judíos somos los más.


Qué sociedad puede basarse en unos principios de destrucción a los demás?
Hay reglas de educación como enseñarles a los niños en los colegios de Gaza, que al otro lado hay seres humanos diferentes que tienen otras costumbres, pero que son seres humanos y tienen el mismo derecho que ellos a vivir. Uno de los problemas es que su educación se basa en que su paraíso está después de la muerte; por eso para ellos la vida no tiene tanto valor y fácilmente están dispuestos a sacrificarla. Respetar las diferencias puede ser una de las claves para lograr la paz, ser tolerantes con las diferentes costumbres que tiene cada pueblo. El famoso dicho de Roseeau, El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe, se ajusta a este pensamiento; los niños no son malos de nacimiento y la educación se basa en enseñarles buenas prácticas para que sean adultos educados. Pero si por el contrario los educamos mal y les enseñamos malas prácticas y odio, eso aprenderán. La paz no vendrá de la noche a la mañana. No es firmar un tratado y listo. Golda Meir dijo sabiamente que HABRÁ PAZ EL DÍA QUE LOS ÁRABES AMEN MÁS A SUS HIJOS DE LO QUE NOS ODIAN A NOSOTROS. La paz vendrá si ellos deciden educar diferente a sus hijos. Si les enseñan tolerancia y respeto. Lo grave es que seguir preceptos negativos crea una sociedad negativa, así que el problema viene desde la raíz.


La clave del cambio para poder llegar a ese nivel de tolerancia que el mundo necesita, es la educación. Mientras los niños palestinos sigan aprendiendo en el colegio que hay que matar y empuñar armas desde muy pequeños, esta difícil encontrar la paz. A cambio, los niños israelíes estaban dibujando en el piso de la plaza de los secuestrados, mientras sus padres y abuelos esperaban la noticia de la entrega de los rehenes.
Si logramos que ellos cambien la educación que les dan a sus hijos, podremos vivir en paz, pero si no están dispuestos a renunciar a los principios de El Corán, tendremos que seguir viviendo a la defensiva porque no vamos a permitir que su ideología destruya a nuestro pueblo, que a diferencia de ellos, se basa en una cultura del desarrollo y mejoramiento como individuos y como sociedad, aportando lo mejor en cada país donde llegamos a vivir.

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