Notiolei Logo

Inicio

Última edición

Contactos OLEI

Acerca de OLEI

Crómicas de Shabat: EN UN ABRIR Y CERRAR DE PUERTAS

Marlene Manevich
Escrito por Marlene Manevich
24 de mayo 2025
🔠 Ajustar tamaño de letra
Imagen del artículo

En uno de los sitios donde trabajo, el señor no quiere entrar al mamad cuando suena la alarma. Me dice que no me espante en su ladino españolizado. Trato de explicarle en mi español españolizado que no es que me espante, sino que hago lo que deben hacer los 10 millones de habitantes que viven en Israel, para preservar sus vidas. Si todos pensaran como él, seguro habrían habido más víctimas. En el fondo lo entiendo, pues a los 94 años y muy impedido por su enfermedad, no se tienen muchos deseos de vivir.
Yo ya no le insisto y la familia está informada, con eso libro mi responsabilidad.

🚨 Sonó la alarma

Hoy sonó la alarma, como cada vez que los hutíes deciden mandar un misil. Lo normal y como un reflejo condicionado, apenas escuchamos la alarma debemos ir al mamad.
Como el señor (gueber) no va, yo entré sola. Cerré la ventana metálica y la puerta y me quedé tranquila (ragúa) esperando los 10 minutos (dakot) reglamentarios para poder salir y regresar a la normalidad.

🔒 Encerrada sin querer

Cuando me dispuse a abrir la puerta, la sentí trancada y por más que traté no lo logré. Me di cuenta que estaba encerrada y no me gustó la sensación. Empecé a tocar duro para que el señor me oyera y cuando escuchó que yo lo llamaba acudió a mi rescate. Tampoco pudo abrir desde afuera y se escuchaba que estaba tratando de manipular la manija para poder abrir.

🪟 Ventana o nada

Traté de abrir la ventana y como es metálica estaba como trabada y tampoco pude. Sentí una mezcla de angustia y claustrofobia, pero sabía que no me podía descontrolar y más bien debía poner acción.
Traté y traté hasta que logré medio destrabarla, lo suficiente (maspik) para poder salir por ahí.

Recordé uno de los agüeros que escuchaba en mi infancia, que si uno se salía por una ventana no crecía. A mi edad, ya eso no me preocupa mucho y decidí seguir intentando para poder caber por ahí.

🪑 Un plan a lo Tarzán

No la pude abrir toda, pero sí un espacio lo suficientemente amplio para poder pasar. Me paré en el sofá, pero no lograba encontrar una buena posición de las piernas para poder pasar, así que se me ocurrió la luminosa idea de correr una mesa de centro de madera gruesa que me podía sostener.

Esa mesa (shulján) se la encontró el señor tirada al lado de su apartamento y se la apropió porque ya no tenía dueño. Me pidió que le ayudara a pulirla y le quedó como nueva.

Como les venía diciendo me paré en la mesa y logré alcanzar la altura de la ventana (jalón) que no era mucha y me subí cual Tarzán por el hueco que había hacia el patio. Moví como pude un asador viejo, pero liviano, que permanece siempre contra la pared debajo de la ventana y logré salir.

😮‍💨 Respirar otra vez

No les había contado que sufro de dos males, claustrofobia y miedo a las alturas, que no ayudan mucho en estos casos. Respiré libertad y me sentí tranquila después de semejante aventura. Temblando y con un poco (ksat) de taquicardia, pero tranquila de que ya estaba afuera.

Afortunadamente había dejado sin seguro la puerta de la terraza (mirpeset) y pude entrar sin ningún problema y encontré al señor que seguía maniobrando para tratar de abrir la puerta del mamad.

¡Únete a la conversación! 🚀

Tu perspectiva puede cambiar la forma en que otros ven este tema

Puede ser tu nombre, un apodo o como te guste 😊. Si usás tu nombre y apellido, será más fácil reconocerte.
0
Al comentar, aceptas mantener un diálogo respetuoso 🤝